Me hurtaron hace dos semana el teléfono móvil.
Pido que me envíen un chip nuevo y me acerco a la sucursal más próxima de mi compañía teléfonica.
Eu- Buenos días. Necesito un teléfono móvil.
Vendedora- ¿Qué estás buscando?
Eu- El mismo que tenía. Era de de un violeta azulado y se deslizaba como lesbiana en manteca.
Vendedora- ¿Qué marca?
Eu- No sé. Marca teléfono.
Vendedora- ¿Lo ves en este catálogo?
Eu- Sí. Este de acá.
Vendedora- Ah...no, de ese no hay más. Pero mejor, mirá...por cien pesos más te doy uno con internet.
Eu- La internet es para pornografía, no se puede ver pornografía en esas pantallas. No quiero internet.
Vendedora- Pero...¿Y sí tenés que recibir un mail muy importante?
Eu- ¿Qué tan importante?
Vendedora- Vida o muerte.
Eu- No me muevo de al lado de una computadora.
Vendedora- Te sirve para las redes sociales, también.
Eu- No uso redes sociales. Es más, me molesta un poco la invasión al mundo real de la virtualidad.
Vendedora- ¿Qué usas en un teléfono?
Eu- Te va a sonar raro, pero lo que más uso de un teléfono...es esa opción que tienen de hacer y recibir llamadas. La encuentro sumamente útil.
Vendedora-...
Eu- Capaz también un poco el walkman.
Vendedora-...
Eu- ¿Es mucho pedir?
Vendedora- No. Podés llevarte este.
Eu- Bien, me gusta. Gracias.
miércoles, febrero 09, 2011
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