No mido consecuencias y la gran mayoría de las veces abro la boca para decir gansadas.
Me encantaría poder decir que lo que sigue es una historia de ficción, producto de la mente enferma de algún guionista.
Pero no.
Tal vez si presento el episodio como un guión pueda pretender que nunca jamás paso.
Esc 1 Int. Casa de Familia.
Abuela y Madre sentadas, hija parada con una campera puesta y un repuesto de un cierre en la mano (la cabeza nada más). Las dos señoras intentan encastrar la cabeza del cierre en el camino de dientes
Abuela: No sé si va a entrar.
Madre: Si
Abuela: No hagas fuerza, si no entra, no entra
Madre: Pero mirá si no va entrar.
Abuela: Con fuerza no ganás nada.
Madre: (suspiro) listo!!! entró, pero ahora no lo puedo mover, se quedó trabado.
Yo: La nena es virgen ¿no?
Escuchaba las palabras salir de mi boca y al mismo tiempo pensaba ¿dónde mierda está la censura cuando la necesito?
Otra casa a la cual no puedo volver a entrar.
La culpa es (como siempre) toda mía.
Hoy me siento: Benjamín Malaussène
sábado, mayo 22, 2004
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