El sábado me antojé de comer hindú. Dany nos había recomendado un restaurant nuevo cerca del abasto asi que hago las llamadas correspondientes, paso a buscar a todos y ahí vamos.
El primer problema surgió en lobby: -Hola chicos, ¿cuántos son?; -Cinco. -Mmm...¿tienen reservación?; -No. -Bueno...dejáme ver adónde los puedo acomodar. !!!Listo!!! te armamos una mesita en el sector no fumadores. (mesitas pequeñas redondas para dos cafecitos y tres medialunas cada una). -No, dejá ¿tienen delivery? (a todo esto ya eramos 9) -Si. -Bueno, entonces te encargamos y lo comemos en la casa de Erre.
El segundo problema: -Bueno, te encargamos y te dejamos la dirección. -Si, pero tienen que esperar. -¿Y el deliveri?. -Son ustedes.
El tercer problema (y el más grave): Top Cat, sagaz como es, toma un menú. -Aca no hay carne.-¿Cómo no hay carne?-No debe haber vaca. -No hay car-ne. -Ahí dice que hay albondigas. -De vegetales. -Qué cruel destino para una albóndiga.
Efectivamente, el delivery lo hicimos nosotros; y cenamos "acompañamientos"
Daniel: La puta que te remil parió, la diferencia entre un restaurant hindú y "Delicias vegetarianas védicas" es la carne!!!
La nota de color de la noche: En esta ley seca de Ibarra, sólo consiguen comprar vino después de las 22 hs. las chicas lindas.
Lo mejor de la noche: Las quejas de Top Cat y su constante letanía "vamossss al chiiiiino"
lunes, agosto 23, 2004
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