El sábado fuimos con Gemma (a.k.a. la nymphette) a Málaga (con el consentimiento de los padres) a ver a la sinfónica de Bilbao que presentaba un greatest hits de Richard Strauss.
Después, durante la cena, y como si me hubieran golpeado con un topo muerto, entendí todo.
No tiene que ver solo con la diferencia de edad (que francamente me parece excesiva), tampoco tiene que ver con el gaste que me estoy comiendo (aplaudo al que me mandó un babero por correo); tiene que ver con la expectativa que tiene esta chica.
Tiene una expectativa así de grande.
Este blog está en contra de llenar expectativas.
No es que sea negativo, pero esto no puede salir bien.
Sea como sea, me sigo comportando como un caballero.
Creo.
lunes, diciembre 06, 2004
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario