sábado, marzo 12, 2005

Todos contentos

Sentado ante la confortable seguridad de los palitos chinos de plástico y punta roma, veo llegar a Synne por el ventanal que da a Camilo José Cela. Curioso, pensé, todo va a terminar a escasos metros de donde comenzó. ¿Coincidencia? No, esta ciudad es muy pequeña.

Synne- ¿Qué hay? ¿Hace mucho que esperrras?
Eu- No, una cerveza y media.

Se acerca la camarera, y Synne le pide una cerveza.

Synne- ¿Te apetece una entrrrada?
Eu- ¿wan tans?
Synne- Vale. ¿Sabes ya que vas a orrrdenar?
Eu- Fideos de arroz gruesos saltados con gambas.
Synne- y un chop suey de verdura.

Se retira la camarera.






Eu- Dicen que Helen Keller también tenía buena conversación.
Synne- Eso es exactamente lo que odio de ti.
Eu- ¿Mi pasión por Helen Keller?
Synne- No, tu sentido del humorrrr, brrrromeas todo el tiempo, todo te es indiferrrrente y no puedo distinguirrrr cuando estás de guasa y cuando no.
Eu- Pensé que era parte de mi encanto.
Synne- Eso el lo currrrrioso, en un prrrimer momento yo también lo crrreí así. Perrro luego no te detenías nunca…
Eu- Si, soy como el conejito de duracell ando, ando y ando…una lástima que no sea así en la cama…
Synne- Basta! Estoy hablando en serrio.
Eu- Bueno, está bien, pero te adelanto que romper es más divertido si no te lo tomás tan en serio. Synne- Ese es tu problema.
Eu- No sos vos soy yo, te quiero como a un amigo, ya no siento lo mismo que antes…
Synne- No soy yo, errres tú.
Eu- Bien! No fue tan difícil. ¿No?
Synne- No. (suspiro) realmente desearía no verrrrte porrr un tiempo.
Eu- Bueno, pero creo que nos vemos a la noche, en el cumple de Gas.
Synne- ¿Eh? ¿Estás invitado?
Eu- Claro, me comprometí a freír tempura para 40 personas.
Synne- Dios.
Eu- Marbella es mucho más pequeña de lo que parece.
Synne- Si.
Eu- Bueno… a pesar de todo le vas a hablar bien de mí a tus amigas ¿no?
Synne- No.
Eu- Bueno.



Eu- Tendríamos que haber terminado después de almorzar.
Synne- Basta.



Eu- Dicen que mañana lloverá
Synne- Basta.
Eu- Vamos, ya está, podés relajarte un poco.
Synne- No.
(Se da vuelta, abre el bolso y me da un manojo de llaves)
Synne- Te devuelvo las llaves de tu apartamento.
Eu- Ves, ese es un tema que no tocamos. Te di las llaves de mi apartamento, eso es bueno.
Synne- Cuando me las entrrregaste me dijiste “Si muerrrrro solo, no dejes que mi cuerrrpo se pudrrrra por seis meses”
Eu- Eso es una pelotudez.
Synne- Lo sé.
Eu- Cualquiera sabe que a los dos o tres días un cuerpo muerto empieza a oler.
Synne- Basta.


Traen el almuerzo, comemos en silencio, bebemos un par de cañas más y salimos.

Eu- ¿Me acompañás a casa? Tengo algo para vos.
Synne- Sois todos iguales, se ponen cachondos en los momentos más inoporrrrrtunos. (imitando el acento argentino) “vamos che boluda, veníte a casa y nos encamamos” No me parrrrece una buena idea.
Eu- ¿Sexo? Tengo por lo menos 35 yogures diferentes en la heladera y tres o cuatro cajas de cereales empezadas que dejó mi familia y que yo no voy a comer. Llevátelas. No puedo tirar comida.

Synne- ...
Eu- No podés ser tan mala como para querer verme comiendo actimel.






Dos horas después, recién bañados.
Eu- ¿Venís conmigo a los de Gas?, le dije que iba a ir temprano.
Synne- Bueno.

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