lunes, agosto 09, 2004

Bierhaus

El sábado a la noche nos juntamos con mi primo y un amigo a preparar cerveza.
Todo estaba saliendo bárbaro; nunca habíamos sacado tanta cantidad de cerveza con esa cantidad de grano (6 kgs. de malta cargill y 400 grs. de malta caramelo -40 litros en la olla y 32 litros producción final-)
El problema surgió cuando finalmente hirvió la mezcla y hubo que enfriarla para pasarla a los bidones. El enfriador (una heladerita de campamento con agua y dos bolsas de rolito) no daba más, y la mezcla salía demasiado caliente.
Reducimos el caudal de cerveza que pasaba por el enfriador y el segundo bidón quedó más frío.
Llegó el momento de echarle la levadura.
En este paso de la confección de la cerveza, la temperatura no puede superar los 40º caso contrario la levadura no puede trabajar y muere; y la cerveza pasa a mejor vida y no sirve ni para Quilmes.
Bidón uno: 38º

Bidón dos: 34º
Al grito de "Somos seres de luz, nada nos toca, nada nos toca" Le tiramos la levadura.
Hoy a la mañana mi primo manda este mail:

Sres.
Las levaduras estan haciendo su trabajo a todo vapor (o espuma en realidad). Ayer a la noche, empezaron a burbujear los airlocks y hoy en un bidón habia una burbuja cada 15 seg. y en el otro una cada 30 seg. Es probable que en las proximas horas esta velocidad acelere. Los mantendré al tanto de su estado.
Abrazos


El bidón que mejor estaba funcionando era al bidón Nº1 (38º)
Lo que me lleva a la siguiente afirmación pseudocientífica.
"La levadura. ante la perspectiva cruel de una muerte horrible, en lugar de quedarse inerte, se reproduce"
O sea:
A coger que se acaba el mundo.

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