martes, enero 04, 2005

Can´t find my way home

Sofi (13) decidió viajar conmigo de vacaciones. Por primera vez en años tomé un vuelo sobrio y sin drogas, lo cual me pareció lo mejor dadas las circunstancias. Nervioso como estaba, y tras 8 horas de poker le gané 3 paquetes de caramelos, su cámara dígital y las córneas de sus 4 primeros hijos (lo tengo todo firmado)
Llegamos a Madrid a las 13.50 del domingo (hora local) y el tren a Málaga salía recién a las 20.10. Paseamos un rato por el centro, tomamos chocolate con churros y buscamos una agenda del 2005 para que ella (que ya comenzó a usar como diario de viaje, en cualquier momento le armo un blog)
A eso de las 23.30 me llama Synne al móvil para saber por dónde estaba.

Eu: En media hora llego a Málaga
Synne: ¿Con tu hermanita?
Eu: Sí
Synne: Bueno, los paso a buscar.
Eu: La estación de tren califica casi como aeropuerto, no se si nuestra relación está lo suficientemente avanzada como para que me vengas a buscar.
Synne: Okay (click)
Eu: ¿Hola?...¿hola? ¿Synne?...es una broma...¿hola?

Marco su número y me atiende repetidas veces el contestador.
60 euros de taxi más tarde y mientras sofi dormía en mi regazzo, y el meditarreneo me daba la bienvenida me preguntaba: Como puede ser que después de casi 24 horas de viaje, todavía tenga ánimo para estas estupideces.

No hay caso, no viajé lo suficientemente rápido como para huir de mí.

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