Lago Puelo.
Ella- ¿Venís? Vamos a explorar con Pali (6).
Eu- No.
Ella- Dale, no vas a estar ahí todo el día.
Eu- Claro que si, tengo sombra, una sillita de plástico y un libro.
Ella- Aburrido.
Eu- Bueh.
Ella- Sos un viejo choto.
Pali- Daaaaaaaaaaaale.
Eu- Bueh.
Caminamos.
Pali- Un arrayán!!! (lo abraza) Los arrayanes te dan energía.
Ella- ¿Si? (lo abraza)
Eu- Lavense las manos después de tocar ese árbol.
Caminamos un rato y llegamos a un arroyo/río que desemboca en el lago.
Ella- Vamos, dale.
Eu- ¿Adónde?
Ella- Del otro lado.
Eu- ¿Para qué?
Ella- Para cruzarlo, para ir del otro lado.
Eu- ¿Por? Del otro lado hay exactamente lo mismo; pero del otro lado, de un río, particularmente caudaloso.
Ella- Pali, dame la mano, vamos (le da la mano) Con cuidado (el agua les llega a las rodillas) Listo (llegan a la otra orilla)
Eu- Bueno...¿Vuelven?
Ella- Vení dale. Cruzá.
Eu- No tengo el calzado apropiado.
Ella- Sacate las zapatillas y cruzá descalzo.
Eu- No puedo, después voy a tener los pies mojados.
Ella- No seas cobarde.
Eu- No soy cobarde, soy tímido ante el peligro, que no es lo mismo.
Ella- Maricón.
Eu- Bueh.
Me saco las zapatillas y empiezo a cruzar el río.
El lecho es pedregoso y el agua está muy, pero muy fría.
Hay corriente.
Eu- Creo que mi vida corre peligro.
Ella- Lo acabo de cruzar con un nene de 6 años. Podés dejar de quejarte y caminar.
Eu- Tengo frío.
Ella- Caminá.
Eu- Tengo frío.
Ella- Ya está, te faltan dos pasos.
En la otra orilla.
Eu- ¿Y?
Ella- ¿Qué?
Eu- Es lo mismo. Es exactamente igual que el otro lado.
Ella- Bueh.
lunes, febrero 06, 2006
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